Mi homenaje a Carlos Castañeda
El pasado 26 de abril una noticia saltó en mi perfil de instagram que me dejó helado.
Un «sorbo triste y amargo me invadió al conocer que Carlos Castañeda fallecía y ponía rumbo a los cafetales de un cielo verde y azulado.
Recuerdo perfectamente cuando le conocí en un evento de turismo organizado por Procolombia, allá por el 2017.
Un hombre afable, cercano y orgulloso de su país y la marca que desde hace 20 años representaba y llevaba por todos los rincones del mundo.
Todos los años coincidía con él en la feria de Fitur y me saludaba con un afectuoso abrazo.
En una ocasión, le pregunté sobre qué opinaba sobre el auge del turismo en Colombia en los últimos años y me contestó que para él era todo un orgullo no solo representar a la Federación de cafeteros de Colombia, que él también representaba a todo un país.
Sin duda Juan Valdez es marca Colombia.
Carlos nos dejó después de no poder superar una operación, pero sin duda para mi permanecerá en el recuerdo como una persona que humanizaba una marca más allá del simple personaje.
Un embajador del destino Colombia
En el mundo hay pocas marcas que aglutinen una personificación en su estrategia de branding o marca tan humana y emocional
Y en el sector turístico no conozco ninguna. Sí hay ejemplos en otros sectores.
El Vaquero de Marlboro creado por la empresa Philip Morris, es un hombre rudo e independiente que representa el espíritu del oeste americano.
La marca ha utilizado a diferentes actores para interpretar al personaje en publicidad, buscando personas con un físico atractivo y una actitud aventurera.
O el carismático Popeye, aunque es un personaje animado o Michelin: la empresa de neumáticos Michelin utiliza a su personaje icónico, Bibendum, también conocido como «el hombre Michelin», en su publicidad desde 1898.
Pero sin duda Juan Valdez es un único ejemplo de marca emocional que representa a más de medio millón de familias caficultoras de Colombia.
Carlos Castañeda, el actor que durante dos décadas encarnó al cafetero Juan Valdez, imagen de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia y que fue idea de una multinacional de la publicidad.
Castañeda, quien tenía 58 años al momento de su fallecimiento, no solo interpretó a un personaje, sino que se convirtió en un embajador del café colombiano a nivel mundial.
Su imagen bigotuda y sombrero montañero recorrió los rincones del planeta, llevando consigo la esencia de la caficultura colombiana y la pasión por un producto único.
Más allá de su papel como actor, Castañeda era un cafetero de pura cepa.
Nacido y criado en el municipio de Andes, en el departamento de Antioquia, conocía de primera mano el trabajo duro y la dedicación que implica cultivar café de alta calidad.
Esta autenticidad se reflejaba en cada una de sus interpretaciones, aportando un toque de realismo y credibilidad al personaje de Juan Valdez.
Una marca emocional y experiencial
Una marca emocional es aquella que busca conectar con los consumidores a nivel emocional, apelando a sus sentimientos, valores y aspiraciones.
En lugar de centrarse únicamente en las características del producto o servicio, las marcas emocionales se esfuerzan por crear una experiencia memorable y significativa para sus clientes.
Juan Valdez es un ejemplo excepcional de una marca emocional y experiencial.
La imagen de Juan Valdez, un caficultor colombiano con sombrero montañero, bigote característico y sonrisa cálida, evoca sentimientos de nostalgia, hogar, tradición y conexión con la tierra.
La marca Juan Valdez no solo vende café, vende una marca país.
También transmite valores como la familia, la comunidad, la pasión por el trabajo y el amor por la naturaleza.
A través de sus campañas publicitarias, historias y eventos, Juan Valdez crea un vínculo emocional con sus consumidores, convirtiéndolos en fieles seguidores de la marca.
Aquí te presento algunos elementos clave que hacen de Juan Valdez una marca emocional:
- Autenticidad: La imagen de Juan Valdez refleja la realidad de los caficultores colombianos. Su historia, sus valores y su forma de vida se plasman en cada taza de café, generando una conexión genuina con los consumidores.
- Emoción: La marca Juan Valdez apela a las emociones del público. Más allá de las características del café, la marca transmite valores como la familia, la comunidad y el amor por la tierra. Esto crea un vínculo emocional con los consumidores, que los convierte en fieles seguidores de la marca.
- Humanización: Juan Valdez no es solo un logo, es un personaje con el que las personas pueden conectar. Su historia, su sonrisa y su mirada transmiten calidez y cercanía, humanizando la marca y creando una relación más personal con los consumidores.
- Consistencia: La imagen y el mensaje de Juan Valdez se han mantenido consistentes a lo largo del tiempo. Esto ha creado una identidad de marca sólida y reconocible, que ha contribuido al éxito sostenido de la marca.
- Responsabilidad social: Juan Valdez no solo representa a los caficultores, sino que también apoya su bienestar y desarrollo. La marca trabaja en iniciativas para mejorar la calidad de vida de las comunidades cafeteras, lo que refuerza su compromiso social y aumenta la admiración de los consumidores.
Buen viaje Carlos, cada vez que vuelva a Colombia te recordaré en cada sorbo de café que pueda experimentar.