Hace unos años leí el libro de Yves Michaud titulado:
El nuevo lujo: experiencias, arrogancia y autenticidad
«Yves Michaud da cuenta de las astutas estrategias de posicionamiento llevadas a cabo por las grandes firmas, que venden moda y glamour, y señala lo sintomático de ese frenesí contemporáneo del lujo, tras el cual hay un individuo que busca desesperadamente su identidad.
El lujo es, pues, mucho más que un sector de la economía: es un paradigma de nuestra sociedad»
Salt Bae: la esencia de las experiencias, la arrogancia y autenticidad.
Hace unos meses mi hija me enviaba un mensaje por instagram de un chef que estaba revolucionando las redes sociales y que yo la verdad no conocía ni había oído hablar de él.
Y me acordé de este libro, porque creo que representa en cierta medida el concepto tal y como lo describe Yves Michaud.
Nusret, más conocido como ‘Salt Bae’, es un millonario, excéntrico y reconocido chef turco, propietario de más de 20 locales en distintos países del mundo.
Los más conocidos se encuentran en Estambul, Dubái y ahora Reino Unido. También es propietario de un restaurante en España, concretamente en Ibiza.
Se trataba del cocinero Nusret Gokce, más cocido como Salt Bae, que es famoso por su peculiar forma de echarle sal a los platos, dejándola caer por su antebrazo y desde gran altura respecto a la comida, así como por sus extravagantes formas y rituales a la hora de cortar la carne.
Y desde 2017 que se hizo famoso por un video viral, este chef de de 38 años, tiene actualmente 19 restaurantes en su cadena y tiene una legión de devotos famosos y más de 40 millones de seguidores en instagram.
Investigando sobre él en internet, he visto que, igualmente como no podría ser de otra forma, encarna algunas polémicas y críticas vertidas por exempleados y clientes.
Pero lejos de esto, creo que levantar una imperio gastronómico de esta envergadura, no se hace de la casualidad y la suerte.
Porque conociendo la historia de este chef, hay una vida de duro trabajo y sacrificio.
Me llama la atención cómo en su cuenta de instagram detalla ya su filosofía de vida: nothing is impossilbe.
La verdad que me llamó la atención por lo peculiar manera de presentarse y de sus originales y creativos videos.
Por ello investigué sobre la historia de este polémico, excéntrico y carismático chef.
Una historia de superación que viene desde niño
Sin embargo, su camino no fue sencillo. Atravesó una infancia dura. Creció en la pobreza y su educación terminó en forma precoz a los 5 años porque su familia no tenía los medios económicos para solventarla.
Nacido en 1983 en Turquía e hijo de un minero de carbón, Gökçe vivió la mayor parte de su infancia y juventud en la pobreza.
De hecho, no pudo pasar de la escuela primaria por la delicada situación financiera de su familia.
Según contó en una entrevista con la cadena NBC a los 14 años comenzó a trabajar en una carnicería y los cortes de carne que aprendió a hacer allí marcarían después su destino.
«Empecé trabajando más de 13 horas al día como asistente de cocina de un carnicero», contó.
El viaje que lo cambió todo
Todo estaba a punto de cambiar cuando cumplió 27 años y decidió utilizar el dinero que había ganado durante esos años para cumplir un sueño pendiente.
«En 2010 abrió su primer restaurante en Estambul.
Pero lo que decidió su carrera posterior fue un viaje que hizo a Argentina y a Estados Unidos para aprender sobre los cortes de carne y las distintas formas de preparación. Ahí fue donde aprendió la técnica que lo hizo conocido», explica a BBC Mundo Onur Erem, del servicio turco de la BBC.
De regreso a su país en 2012, Gökçe recibió un financiamiento de Ferit Şahenk, el noveno hombre más rico de Turquía, para abrir nuevos restaurantes. Fue el inicio de su cadena Nusr-Et Steakhouse.
La compañía pronto se convirtió en un sinónimo de comida gourmet en Estambul y otras ciudades de Turquía… y del mundo.
Un estilo de vida que comparte en sus redes sociales
Y es que se proyecta sin duda de una manera muy cercana y personal y cuelga videos donde por ejemplo se le ve practicando sus rutinas de ejercicios.
Un chef cercano, hospitalario y con las cosas muy claras.
Este verano mi hija y mi hijo han estado disfrutando de un crucero por el mediterráneo. Y de casualidad visitaron su restaurante en Mykonos, donde los precios son bastantes más asequibles para la clase media.
Y les sorprendió que estuviera al pie del cañón y se prestaba a hacerse fotos con todos los clientes y estaba muy pendiente de todo lo que ocurría en el restaurante.
Y ciertamente la experiencia fue bastante satisfactoria.
Claves del éxito del chef
Hace unos años reflexionaba sobre la gastronomía experiencial donde la esencia es poner en valor no el qué comes, sino más bien, cómo lo comes y en qué contexto experiencial.
Siempre he pensado que la gastronomía es una de las actividades más vivenciales en el contexto del turismo experiencial.
Si lo pensamos, cualquier acercamiento a un destino turístico pasa por un contacto por su gastronomía. Eso es indudable.
Otra cosa es que realmente tengamos conexión con la gastronomía más tradicional y popular del destino, que es lo que nos ofrecerá una verdadera experiencia auténtica.
En este caso no es así, porque el chef no pone en valor la gastronomía griega, pero consigue algo más complicado y difícil: logra que su restaurante se convierta en un destino propiamente dicho.
Y eso sí lo consigue.
Marketing de pensamientos: somos lo que comemos o somos como comemos.
La gastronomía está abonada al marketing experiencial desde hace unos años
Y siempre estoy atento a nuevas e innovadoras propuestas.
Uno de los autores con más reputación y uno de los que más he estudiado sobre marketing experiencial es Bernd H. Schmitt.
El autor presentó hace años un nuevo enfoque revolucionario del marketing, cuyo objetivo fundamental es la gestión, creación y desarrollo de experiencias holísticas dirigidas a los clientes actuales y potenciales y que lleven asociadas percepciones sensoriales, afectivas y creativas y que conecten con su estilo de vida.
Este nuevo marco estratégico innovador postula un nuevo concepto de marketing en el que creo firmemente y cuya idea fundamental es generar experiencias sensoriales (sensaciones), afectivas (sentimientos) y cognitivo-creativas (pensamientos), experiencias físicas y de estilo de vida (actuaciones) y experiencias de identificación social con un grupo o cultura de referencia (relaciones).
Y es precisamente, en el contexto del las experiencias de pensamiento desde donde surge el proyecto de este chef.
Cocinar, comer y convivir
Y el proyecto de este chef creo que apunta hacia la esencia de un libro que recomiendo: Cocinar, comer, convivir, escrito por el cocinero Andoni Luis Aduriz del resturante Mugaritz y el filósofo Daniel Innerarity:
Cocinar, comer y convivir.
Y precisamente la clave está en convivir y compartir.
Creo que el libro del cocinero y filósofo se acercan al marketing experiencial gastronómico y a la experiencia del chef salt bae, desde la «conquista de lo superfluo proporciona una excitación mas grande que la conquista de lo necesario.
«El hombre es la creación del deseo, no de la necesidad”.
Según Schmitt el objetivo del marketing de pensamientos es animar a los clientes actuales y potenciales a pensar creativamente, lo que puede dar resultado a una re-evaluación de la empresa y los productos.
El marketing de pensamientos tiene la posibilidad de aprovechar y a veces guiar, importantes cambios de paradigma en la sociedad, a medida que las personas reconsideran viejas suposiciones y expectativas.
Y realmente esta propuesta gastronómica es un cambio innovador. Y ya sabemos que el lujo es, pues, mucho más que un sector de la economía: es un paradigma de nuestra sociedad»
Y este tipo de propuesta son todo un paradigma, más allá de las críticas que pueda tener.
Así que bienvenidas estas nuevas propuestas.
Y si visitas alguna vez un restaurante y quieres compartir la experiencia, pues bienvenida sea.