Los escritores internacionales que no estén en la feria del libro de Barcelona firmarán sus libros a distancia gracias a un robot
Una de las cosas que nos ha traído la pandemia es que ha agudizado en ingenio creativo para sortear el contacto físico y presencial que existía en muchos de los eventos que durante el año realizan las editoriales.
Una de las herramientas de marketing que utilizan las editoriales es la firma de libros por parte de sus autores y escritores.
Es es momento memorable donde lectores y escritores tejen un contacto visual y emocional único e irrepetible.
Cualquier lector que se precie ha experimentado la sensación y emoción que produce charlar con el autor sobre su novedad editorial y la consabida foto de rigor.
Es el momento memorable para el recuerdo del lector.
Turismo virtual experiencial: la experiencia de turismo literario virtual
Y quizás se lo llevo al terreno del turismo virtual y del marketing turístico, podría ser una experiencia igualmente innovadora.
Y es que no son pocos los casos de éxito de destinos turísticos que han cobrado notoriedad y relevancia por novedades editoriales, que han motivado e inspirado a viajeros y turistas a visitar los espacios y destinos mencionados en la novela.
En este post ya reflexioné sobre ello.
Y ahora que estoy inmerso en el desarrollo de nuevas propuestas y conceptos de turismo virtual experiencial este proyecto me inspira y motiva para pensar que existen muchas oportunidades para el turismo literario bajo la premisa y la propuesta de valor de esta magnífica propuesta.
La pandemia nos ha distanciado y el ingenio creativo a salido a su rescate y acabo de conocer una iniciativa cuando menos original e innovadora.
Comparto este caso e idea que me ha parecido francamente innovadora
Se trata de una firma de libros adaptada a los tiempos de pandemia, en que seis autores internacionales dedican sus libros a los lectores desde casa a través de un brazo robótico.

Eso sí, gracias a la tecnología.
Los escritores Jonas Jonasson, Isabel Allende y Alex Michaelides estaban en sus respectivas casas en Estocolmo, California y Londres, pero la tecnología hizo el milagro.
Los tres firmaron libros por Sant Jordi en una librería de Barcelona.
¿Cómo es esto posible?
Pues porque los tres enviaron archivos con sus firmas a un brazo robótico que reprodujo una copia exacta de la dedicatoria, la misma letra, la misma imagen.
Esta idea para salvar las distancias en Sant Jordi la han tenido en la cooperativa Abacus, con la colaboración de Penguin Random House y la empresa SolidPerfil3D que distribuye estos brazos robotizados.
Aseguran que es un proyecto único ya que la tecnología de SolidPerfil 3D nunca se había usado con esta finalidad.
Además, los responsables señalan que los autores se han mostrado ilusionados con la iniciativa que les permite acercarse esta Sant Jordi a sus lectores aunque sea de otra manera. La propia Isabel Allende lo comentaba desde su casa de California cuando veía su letra estampada en Barcelona: «Esto parece de ciencia ficción», comentaba a través de una videollamada.
Visto en blog Cadena Ser:
La oportunidad del turismo literario virtual experiencial
Si hay algo de lo que estoy seguro es que el turismo virtual va a encontrar aplicaciones en muchos ámbitos relacionados.
Pensemos que ese lector/lectora está interactuando con el escritor a distancia. Y ahí se abren oportunidades para el desarrollo de acciones de turismo literario.
¿Te gustaría explorar esos lugares que aparecen en tus novelas favoritas de manera virtual? ¿O visitar de manera virtual la casa en la que vivió ese escritor que tanto te gusta? ¿Y qué me dices de descubrir eventos y rincones literarios repartidos por todo el mundo de manera virtual?
Las posibilidades son infinitas. La única frontera es la incapacidad para ponerlas en práctica.