Hace unos días reflexionaba sobre el turismo insólito.
A esta alturas creo que el turismo parece un cajón de sastre, donde desafortunadamente cabe de todo.
Un destino que cuesta distinguir qué es real y qué no
Acabo de conocer que esta hermosa localidad de la provincia de Fujian, en el Mar de la China Oriental, cuesta distinguir qué es real y qué no.
Sus habitantes ofrecen sesiones con modelos, atrezzo y excursiones para conseguir la foto perfecta.
Realmente una excentricidad y una estrategia de marketing turístico que me sorprende.
Creo que este tipo de propuestas nos alejan de la verdadera esencia del turismo
Viajar a un destino que casi es un plató cinematográfico en la que estarás inmerso y podrás realizarte la foto perfecta.
Xiapu es un pequeño pueblo de China donde el turista es testimonio de bucólicas postales, pescadores recogiendo redes de pesca antiguas, granjeros con herramientas milenarias para arar el campo o mujeres que llevan vestimentas típicas.
Aunque pueda parecer la fotografía perfecta, en realidad, nada es real, todo es un decorado.
Las redes sociales llevan años repletas de posteos falsos y proveyendo una idea de vida idílica alejada de la realidad. China entendió bien este mercado, por lo cual crearon una ciudad para convertirse en el mejor sitio de fotografía del mundo. Un lugar donde todo es falso.
¿Todo vale para atraer turistas con este tipo de estrategia de marketing turístico?
Este pequeño condado ha basado gran parte de su estrategia turística en crear espacios temáticos para goce y disfrute del turista.
Realmente creo que no. No todo vale.
«Está muy orientado a las redes sociales y a que todo sea muy fotografiable y muy impactante, para que llame a la publicación en redes sociales», afirma Pablo Díaz, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y experto en turismo.
Esto está falto de autenticidad y nos acerca a un turismo que no aporta una experiencia auténtica, por mucho que les funcione la estrategia de marketing turístico para atraer turistas.
Un destino teatralizado falto de credibilidad y autenticidad.
Sus habitantes ofrecen sesiones con modelos, atrezo y excursiones para conseguir la foto perfecta, algo que les ha funcionado, sobre todo en cifras turísticas.
Según The New York Times, entre 2008 y 2019 la cantidad de turistas que visitaban la región se multiplicó por diez, de acuerdo con las estadísticas oficiales.
Algunos se tematizan temporalmente, como, por ejemplo, Laponia u otros países del norte de Europa durante las Navidades, mientras que el pueblo de los Pitufos (Júzcar, en la provincia de Málaga) está completamente tematizado de azul para conseguir turistas.
Lo cierto es que viajar a un destino que sea «instagrameable» gusta.
Pero debemos preguntarnos, si esto realmente aporta una verdadera experiencia turística auténtica.
Según un informe de eDreams, los españoles son los europeos que más postureo hacen en redes sociales.
Más de la mitad (55%) afirma tener en cuenta el potencial «instagrameable» de su destino antes de elegirlo, superando en 11 puntos la media global.
Según este estudio global, que contó con más de 8.000 viajeros de España, Reino Unido, Portugal, Italia, Alemania y Francia, en el ámbito europeo los que más valoran el potencial «instagrameable» del viaje son, en primer lugar, los italianos, seguidos de los españoles, y los que menos, los británicos.
¿Cómo es este turista?
«Puede tener varios objetivos: el histórico o antropológico, es decir, conocer las formas de vida de otras sociedades antiguas; el del arte, a través de las caracterizaciones y las formas de vestir, o el que solo quiere mostrar una foto bonita de su destino«, explica Díaz, también investigador del grupo Nuevas perspectives en Turismo y Ocio (NOUTUR).
Según el estudio de eDreams, es el público más joven, los mileniales, el que más elige su destino sobre la base del potencial «instagrameable» que ofrece (69 %), en comparación con los baby boomers (40 %).
Pero no solo hay «destinos tematizados», también hay empresas que ofrecen servicios como el alquiler de un jet privado de lujo (que no vuela) para fotografiarse dentro, publicarlo y mostrarlo al mundo.
¿Un modo de conservar la autenticidad?
«Un exceso de tematización puede llevar a cierta homogeneidad obligada, por ejemplo, que los habitantes se vean obligados a vivir o mantener cierto atrezo para estar en línea con el destino», advierte Díaz.
En Xiapu, por ejemplo, la mayoría de los habitantes son jubilados y consiguen sacar un extra con estos trabajos, ya sea como modelos, guías o atrecistas.
En un mundo cada vez más globalizado, son muchas las áreas turísticas que han perdido su autenticidad y genuinidad, sobre todo las urbanas. «Puede ser una tendencia de futuro que haya destinos que representen o mantengan modos de vivir supuestamente auténticos como un modo de preservar estos estilos de vida y paisajes que, de otra forma, estarían en peligro por las tendencias globalizadoras y de las grandes multinacionales», concluye Díaz.
Visto en blog UOC
Mis conclusiones:
1.- Si el turismo cae en estas propuestas, la credibilidad y autenticidad de los destinos se verá perjudicada a medio y largo plazo.
2.- Exceso de teatralización creo que aleja de la sostenibilidad que tanto se habla ahora tanto en la era post-covid.
Crear un falso destinos solo para colmar expectativas de ciertos turistas que solo buscan una foto es realmente lamentable.
3.- Creo que estás prácticas deberían denunciarse o como mínimo comunicarse y cada uno tome la decisión de viajar a ese destino teatralizado. A mi, que no me esperen.