Hace unas semanas descubría la noticia de que un pequeño establecimiento de Jaén había adoptado el popular programa de mensajería instantánea Whatsapp para llegar a su clientela más joven.

Un pequeño comercio jiennense ha conseguido doblar sus ventas en bocadillos al recibir sus encargos a través de WhatsApp.
En este vídeo explica su propietaria cómo lo han conseguido.
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=aqLbG6N1dvs&w=853&h=480]
El pequeño comercio jiennense ha conseguido doblar sus ventas en bocadillos al recibir sus encargos a través de WhatsApp.
Es su estrategia creativa para acercarse a sus mejores clientes, los jóvenes que estudian en los institutos de la zona. De esta manera han conseguido vender entre veinte y treinta bocadillos más al día. Los estudiantes encargan su bocadillo unos treinta minutos antes del recreo para que cuando lleguen lo tengan preparado y así no esperar en la cola.
«Manuel: pan normal tomate queso horno chovi y dos ingredientes más de los que tú quieras guapa»
Hoy en día las empresas están apostando por redefinir sus estrategias de gestión de la experiencia del cliente y creo que más allá de apostar por la tecnología, deberían reflexionar cómo la tecnología ayuda a generar experiencias de cliente más allá de lo relevante para convertirlas en únicas, auténticas y memorables.
Creo que sus clientes entienden que es una manera única de comprar su bocadillo; auténtica ya que conecta con sus clientes potenciales, nativos digitales que están acostumbrados al uso intensivo de las nuevas tecnologías y memorable porque los clientes así lo consideran.
La gestión de las experiencias del clientes y el marketing experiencial y contenidos tienen que ser capaces de identificar y cualificar en qué momentos incorporar experiencias memorables, a qué segmento de clientes, qué tipo de experiencias y cómo gestionarlas de manera eficaz y eficiente con el objetivo de que nuestro clientes actuales y potenciales la categoricen no sólo relevantes, también de únicas y auténticas. Y para ello no es necesario siempre grandes inversiones en recursos, a veces la imaginación y creatividad es suficiente.
En la situación actual, las marcas también deberían estar apostando por desarrollar experiencias de marca superiores para intentar fidelizar a un consumidor escéptico, con propuestas de valor capaces de aportar algo único, más emocional y memorable.
Hoy en día parece que la carrera es estar presente en canales sociales, muchas veces con una estrategia de social media marketing basada en el «estar por estar». No crítico abiertamente el social media marketing, pero creo las empresas se olvidan en un momento actual, del cambio tan acentuado de las preferencias de compra de los consumidores, que se están reconfigurando drásticamente.
Quizás el cambio venga no tanto por escuchar o conversar con los clientes como promulgan las estrategias de social media. Quizás sea resolver conflictos a través de la generación de experiencias únicas y auténticas.
Hace unos días escuché a publicitario Risto Mejide algo que me llamó tremendamente la atención en una intervención en el evento Tecnológica13, un encuentro de innovación y sociedad del conocimiento. Mejide destacaba:
Los mercados No son conversaciones. Son conflictos.
Esta frase está conectada realmente con el ejemplo de la tienda de Jaén, anteriormente descrito.
Mejide argumenta que los mercados no son conversaciones, sino son más bien conflictos. Nadie conversa y todo está en una batalla continua. Donde hay conversación no hay mercado. Realmente estoy alineado con tal afirmación. Yo más bien diría que, primero resuelve el conflicto entre tu negocio y el tu experisumidor de manera única y auténtica, como lo hicieron los pequeños comerciantes de Jaén y luego conversa.
Conversaciones o conflictos, estemos preparados para un nuevo escenario donde la experiencia del cliente a través del marketing experiencial debe ponerse en valor con imaginación y la creatividad, ya que pueden ser verdaderas ventajas competitivas.
Conoces algún ejemplo similar. Compártelo.
Artículo publicado en Puromarketing
0 replies on “Y si lo importante no es saber en qué negocio estás tú, sino en qué negocio está tu cliente.“