Hace unos días en un post hablaba del proyecto The food mirror que busca promover la cultura de la innovación en el sector alimentario y gastronómico, integrando la identificación y el estudio de tendencias a través de la creación de una comunidad global de “foodwatchers”, a fin de activar el diseño de productos y servicios innovadores que reviertan en valor económico y social, atendiendo a las demandas del consumidor de hoy y del futuro.
Describían una serie de tendencias gastronómicas del mercado. Una de ellas es el foodtelling
.- Foodtelling o alimentos con mensaje es la tendencia que conecta alimentos-empresas-consumidor a través de mensajes e historias que dotan de mayor autenticidad y valor añadido a los productos y empresas, a la vez que atienden a las demandas de información que generan confianza en el consumidor.
Por ello, la tendencia FOOD TELLING da respuesta a una demanda de información transparente, atractiva y cercana mediante la incorporación o asociación de mensajes e historias a los productos alimentarios.
Y es que el consumidor no sólo quiere información sobre qué ingredientes, el valor nutritivo de los productos etc. Quiere algo más que le ayude a establecer una conexión emocional con su mundo alimentario. Esa información “extra” puede hacer referencia al lugar de procedencia del producto, a su proceso de producción, a la cultura a la que pertenece, o al “camino” que recorre hasta que llega al consumidor, poniendo caras y nombres a quienes le acompañan o participan en este recorrido.
Un claro ejemplo lo acabo de descubrir recientemente en una tienda de Avícola Redondo y su huevos de gallinas en libertad. Tienen a clientes como:
La Casa Real, el Ritz y Casa Lucio llenan su cesta de huevos en El Barraco
Música clásica para fomentar la relajación, luz natural para crear un ambiente cálido, un sistema de ventilación moderno que permite la entrada directa de aire del exterior, adaptación total a la nueva normativa europea, amplitud de espacio, respeto absoluto de ocho horas diarias de sueño, medidas higiénicas a la última, alimentación cien por cien natural, todo ello enclavado en un encinar de gran belleza en el municipio abulense de El Barraco.
Un claro ejemplo de que esa información “extra” puede hacer referencia al lugar de procedencia del producto, a su proceso de producción, a la cultura a la que pertenece, o al “camino” que recorre hasta que llega al consumidor, poniendo caras y nombres a quienes le acompañan o participan en este recorrido. La familia Redondo tiene una historia y un producto auténtico, digno de contar, compartir y recomendar.
El marketing experiencial basa su propuesta de valor fundamental en la autenticidad y en la capacidad de que las marcas conecten emocionalmente con el consumidor. El storytelling es un recurso para trasladar la autenticidad y conectar con el consumidor en el denominado «universo de marca», como espacios o momentos de la verdad donde la marca expresa su personalidad y permite una interacción e inmersión emocional.
Ya lo comentó el chez Andoni Aduriz:
Aduriz comenta: el poder de los intangibles es muy importante me siento un narrador que cuenta una historia. No es lo mismo comer un huevo, que un huevo de una gallina de raza autóctona que sabes que está alimentada de un forma natural y que vive con cierta libertad.
En este video lo comenta:
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=MV5V4vLxsRM&w=640&h=480]
El storytelling ha evolucionado al storysupplying mediante el cual las marcas proporcionan vivencias a los consumidores para que éstos las conviertan en historias dignas de ser contadas o compartidas. El storysupplying es la evolución natural del storytelling.
Otro ejemplo podría ser el de los dos de los edificios con más solera de Londres -la Tate Modern y la tienda de delicatessen Fortnum and Mason- tienen sorpresa en sus azoteas. Allí se han colocado seis y cuatro colmenas, respectivamente, con unas 50.000 abejas cada una. Steve Benbow, apicultor urbano y fundador de la London Honey Company, fue el encargado de montar los panales.
«Elegí un tipo de abeja no agresiva para evitar problemas vecinales y oriunda de Reino Unido para que aguante la humedad».
El enjambre recoge néctar en árboles de la ciudad, como sauces, avellanos, castaños y tilos. La miel resultante se vende en los dos establecimientos. En F&M, cada tarro cuesta el equivalente de unos 11 euros (10 libras). Una miel para sibaritas de unas libadoras si cabe más exquisitas: las abejas frecuentan los jardines de Buckingham Palace.
Fortnum & Mason ha elevado esta práctica a un nuevo nivel de storysuppling. El famoso retailer Londinense ha puesto cuatro colmenas en el techo de su edificio en 181 Piccadilly (Bee-rooftop). Desde donde, como Fortnum describe, las abejas son capaces de “volar alto por encima de Mayfair, visitando los parques, jardines y plazas de los mejores lugares de la capital, logrando la recopilación de un néctar superior” un privilegio reservado para muy pocas abejas que hará las mieles de muy pocos privilegiados.
Vía Coolestby
El polen que proviene de árboles como el castaño y tilo, así como de una amplia variedad de otras plantas de flores, se espera que haga una miel urbanas delicada. Un frasco de 227 gramos de esta Piccadilly-Honey tendrá un precio de 10 libras esterlinas. Para completar el entorno de un mundo delicatessen apicultor, Fortnum & Mason ofrece una visión de las palaciegas colmenas a través de dos webcams.
Es un ejemplo de foodtelling y como un retail minorista y de una marca tomando un enfoque local para la producción de alimentos, y la creación de una historia y una miel de la cuál los consumidores no serán capaces de resistirse.
Otro ejemplo son los ilustres hoteles que producen su propia miel. A diferencia de Alexandra Danieli, el chef jW Foster, jefe de cocina del Fairmont San Francisco, insistió en instalar varias colmenas en los jardines del hotel, uno de los más emblemáticos de la ciudad, no sólo para ayudar a la polinización de las plantas en el Fairmont y la zona, sino para incluir la miel producida en sus postres.
JW Foster y el resto del equipo del Fairmont especifican que la miel usada en la cocina del hotel es de producción propia, y las colmenas pueden verse en un jardín lateral del edificio, situado en lo alto de Nob Hill, una exclusiva colina en el centro urbano de la ciudad, con vistas a la bahía.
Y es que el marketing experiencial y emocional necesita de un relato de marca auténtico, para conectar con las nuevas demandas de un nuevo consumidor de experiencias o experisumidor con tendencia al foodtelling.
Conoces algún ejemplo de producto con universo de marca tan innovador. Compártelo.
San Francisco attraction
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